miércoles, 7 de noviembre de 2012

THE BORN LOSERS (1967)

 
Tom Laughlin es una de las personalidades más curiosas del cine norteamericano de finales de los 60 y por extensión "nuestros queridos 70". Actor, director, escritor, productor, activista político-social, educador, psicólogo...Son tantas facetas que sorprende, como siempre, el desconocimiento que en esta parte del mundo tenemos sobre su figura. Con su esposa Delores Taylor ha formado uno de esos tandems que el cine B debe de considerar por su particular visión que ambos dieron del mundo que les rodeaba en sus acercamientos filmicos. En otras palabras, Laughlin creo un personaje por el que será siempre recordado, el mestizo Billy Jack, y lo utilizó en una peculiar tetralogía para denunciar los problemas más acuciantes de su país, amen de divulgar sus ideas incluyendo su experiencia en el mundo de la educación.
De formación universitaria, Loughlin sintió desde muy temprano su propensión hacia el mundo de la actuación. Es en los 50, cuando trabaja en pequeños papeles tanto en cine como en teatro, cuando crea una historia sobre un norteamericano nativo que pretende denunciar el racismo imperante en la sociedad norteamericana. La oportunidad de llevarlo a la pantalla no le llegará hasta bien entrados los 60, cuando el boom de las "biker movies" le permite adaptar su creación en la película: The Born Losers (1967).
 
Una pequeña población costera en California es invadida por una pandilla de motoristas que campan a sus anchas ante el miedo o la indeferencia de sus vecinos. Unas jovenes del pueblo seducidas por el grupo son brutalmente violadas. Anteriormente, un incidente en el pueblo es detenido por un misterioso ex-boina verde llamado Billy Jack. Pero su acción es reprendida por la policía y el joven acaba en prisión. La tensión va creciendo y antes de que se produzca el juicio el gang motero intimida a las victimas y a sus familias para que no testifiquen en su contra. Solo dos  personas se enfrentarán contra ellos.
 
Como se puede apreciar aunque las motos y el ambiente playero de los 60 prime en la pantalla, nos encontramos con una historia netamente western con reminiscencias poco ocultadas del clásico "Solo ante el peligro". Billy Jack es un héroe o antihéroe ciertamente curioso. De origen indio, ex-boina verde como hemos reseñado, preocupado por el medio ambiente y por el pacifismo (le suponemos experiencia traumática en la guerra), intenta en todo momento razonar en su defensa antes que recurrir a la violencia. Sin embargo, en la mayoría de los casos se ve obligado a utilizar el fuego para eliminar el fuego.Vive alejado de la gente pero cuando el pueblo le necesita, el actua.
El filme, a pesar de su evidente condición exploiter, abre una vía curiosamente crítica en lo social lo que amplía su razón subgenérica. Este aspecto, que aquí aparece más apuntado que desarrollado, será el motor evidente de las siguientes películas. Tom Laughlin, introduce los esperados momentos de acción y violencia, pero nunca son los elementos importantes de la película. La caracterización de los personajes principales, el desarrollo equilibrado y un tanto languido de la historia, y la denuncia de la situación judicial planteada priman sobre la escabrosidad de las acciones de los moteros. Billy Jack es por lo tanto una especie de vigilante liberal, que mantiene el orden ante la corrupción del sistema en todos sus niveles. 
 
Por lo demás, y aclarando que nos encontramos ante un film de acción-reacción, destaquemos la encantadora presencia de Elisabeth James (guionista del filme y posteriomente escritora) encarnando a la adorable Vicky Barrington; la afectada actuación del propio Laughlin que se ampliará en sus posteriores secuelas y la crepuscular aparición de la mítica Jane Russell como madre de una de las victimas. The Born Losers (1967) es una curiosidad que fue mal distribuida por la A.I.P. en su momento y que se convirtió en pieza de culto años más tarde cuando triunfó su secuela Billy Jack (1971).
 
Lo mejor: la relación de Billy Jack y Vicky, y la aparición de esta última luciendo un espectacular bikini en una moto a juego.
Lo Peor: el tono discursivo de la propuesta y su exceso de metraje (esto último empeoró posteriormente).

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