lunes, 15 de marzo de 2010

SOUL MEN (2008)


Recurso cómico por excelencia, las siempre llamativas odd couples han funcionado muy bien a lo largo de la historia del cine. Desde Laurel y Hardy u Olsen y Johnson, pasando por Abbot y Costello, Dean Martin y Jerry Lewis, será Billy Wilder quien mejor explore los extraños matrimonios de conveniencia generados por curiosas y en ocasiones hilarantes e inesperadas situaciones. Juntar a dos caracteres antagónicos siempre ha funcionado y el espectador generalmente ha respondido al verse reflejado en las dualidades personales mostradas en las pantallas. Variación bastarda serían las buddie movies explotadas hasta la saciedad en los 80 que saturaron hasta extremos imposibles una idea ya de por si vieja. Soul Men juega perfectamente la baza anteriormente citada reforzada por un elemento nostálgico que le da cierto juego: la música negra de finales de los 60 comienzos de los 70, del pasado siglo. El resultado es correcto, simpático y sin mayores sorpresas.


Tras el fallecimiento de Marcus Hooks, toda una leyenda de la música negra, una empresa decide hacer un concierto tributo al artista reuniendo a los dos compañeros (Floyd Henderson y Louis Hinds) que el cantante tuvo en el grupo “The Real Deal”, trío soul de gran éxito hasta que su lider inició su carrera en solitario. A diferencia de Hooks, la vida no ha sonreído de la misma manera a sus compañeros: Henderson vive con aburrimiento su jubilación anticipada en un retiro forzoso mientras su yerno se ocupa, es un decir, de sus negocios; mientras que Hinds, tuvo problemas con la ley, pasó un tiempo en prisión y malvive con la impuesta libertad condicional. La reunión no irá por los caminos deseados y aflorarán los problemas del pasado….en clave cómico dramática.


Hay que reconocer que sin ser un argumento original el film funciona perfectamente aunque se echa en falta una mayor mala uva en algunas situaciones. En sus primeros momentos la película apunta a ser una versión Black de nuestra “Muertos de Risa”. Sin embargo, el posterior desarrollo va endulzando su prometedor punto de partida. Malcolm D. Lee, el director, comentó que los productores recortarón el tono dramático de la película para conseguir un filme más políticamente correcto y del gusto de la mayoría. Es evidente que las intenciones iniciales eran jugar con las patrañas que se esconden en todo ascenso al estrellato; aún así no toda esta crítica se pierde en la obra final. El filme además adquiere el siempre agradable formato de road movie lo que permite a la singular pareja vivir todo tipo de peripecias.


Bernie Mac y Samuel L. Jackson funcionan estupendamente como pareja cómica de rigor, y es una pena que la prematura muerte del primero echara por tierra futuras reuniones. El filme por otra parte supone un hermoso homenaje al soul y al R & B de la época dorada, mostrando el lado menos agradable pero real de muchas bandas de la época. Destacan especialmente los números musicales (interpretados por los propios actores), los divertidos choques de la pareja, el envenenado comentario crítico sobre las nuevas tendencias musicales y el mundo del show Business, y su decisión de decantarse hacia un humor más clásico obviando los excesos escatológicos de los Wayans and Cia. Los conocedores podrán encontrar fácilmente a la cantante Millie Jackson, a la porno star Vanessa del Rio o al inolvidable Isaac Hayes, en su última aparición en las pantallas. La película está dedicada a la memoria de Mac y del Moises Negro, fallecidos respectivamente el 9 y 10 de agosto del 2008.


2 comentarios:

  1. Pues si te digo la verdad, no me imaginaba viendo esta película, pero después de leer tu reseña me ha picado la curiosidad.

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  2. Con la pérdida de Bernie Mac perdimos a una gran personalidad a la que aún le quedaba mucha guerra por dar.

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