miércoles, 11 de febrero de 2009

FRED WILLIAMSON: EL MARTILLO NEGRO (VIII)

7.- The Po´Boy times


The Hammer logra el éxito deseado a mediados de los 70. Vive la gran vida, asiste a fiestas, amplía ropero y zapatería, posa desnudo para la revista Playgirl…. pero no olvida sus obligaciones laborales y empieza una nueva aventura denominada Po´Boy Productions. La compañía permite al actor de color controlar personalmente los productos en los que interviene y dar así rienda suelta a sus nuevos retos. Este cambio también le facilita nuevos contactos, algunos de ellos en el mercado internacional, que los utilizará provechosamente en años venideros para sacar adelante nuevas películas o conseguir trabajo en producciones foráneas cuando la producción norteamericana le dé la espalda en su eterna búsqueda de nuevos rostros.

En 1976 se pasa a la dirección con Mean Johnny Barrows, un film de acción que precede en acontecimientos a la primera aventura de John Rambo. El tal Barrows no solo tiene que lidiar con su condición de excombatiente degradado durante la guerra en Vietnam sino también por su condición de raza. Además, ante la problemática de no encontrar salidas laborales tiene que aceptar el trabajo de un gang, en el que uno de sus miembros provoca una guerra entre bandas por el control del negocio. Una action-movie de tonelaje bajo salpicada, eso si, de presencias tan reconocibles como Roddy McDowall, Stuart Whitman, R.G. Armstrong, y en un breve papel, el siempre efectivo Elliot Gould.
Barrows no es el personaje habitual que suele interpretar Williamson en sus películas. Frente a este outsider algo superado por los acontecimientos, el actor siempre ha preferido a policías, detectives, caza-recompensas, aventureros o mercenarios que en todo momento controlan la situación e imponen su ley a sangre y fuego. En su condición de productor-actor siempre buscó personajes que pudiera repetir en varias películas iniciándose así pequeñas minisagas protagonizadas por un mismo personaje. El más característico de todos ellos fue Jesse Crowder, un detective privado con pasado policial que acepta todo tipo de encargos si el precio es justo. Así, en 1976, Williamson le dedica dos películas prácticamente rodadas a la par en los que el torvo private-eye se ve involucrado en todo tipo de entuertos. Abre el fuego No Way Back, en la que Crowder busca el rastro del marido de una misteriosa mujer en cuya desaparición están involucrados los habituales gangsters de postin. En Death Journey, por su parte y como indica su título, el detective tiene que proteger a un testigo en un violento viaje que les llevará desde L.A. hasta la gran manzana. Ambas producciones manejan presupuestos medios-bajos y ejemplifican muy bien el modelo de película que le gusta a Williamson: “Yo solo le pido dos cosas a los guiones que es lo mismo que quiere la audiencia. En primer lugar, tengo que conseguir a la chica. En segundo lugar, tengo que vencer en todas las luchas. No hace falta el suspense. Con estos dos ingredientes, seguramente la película será un éxito”.

Williamson consigue introducir a Jesse Crowder, aunque solo sea en el último cuarto de pelicula, en Blind Rage (1978), una psicotronía filipina dirigida por Efrem Piñón, en el que un grupo de amigos, todos ellos ciegos planean robar un banco. Acompañando a The Hammer, un habitual en sus películas setenteras, el actor D´Urville Martin.

El personaje, en un rol secundario cerrará sus aventuras en The last fight (1983), un thriller dramático de ambiente boxístico escrito, producido y dirigido por Williamson. Esta vengeance-movie protagonizada por los músicos Rubén Blades y Willie Colon vuelve a explorar los tejemanejes en los que se ve sometido un púgil en su ascenso al campeonato mundial. A destacar las apariciones del gran Joe Spinell y el siempre polémico Don King.

En la filmografía del protagonista de Black Caesar (1973), abundan papeles muy similares a Jesse Crowder. Las diferencias entre Frank Hook en The Big Score (1983), Thomas Fox en Foxtrap (1986), el pomposo Jake Sebastián Turner de The Messenger (1986), el policía Soda Cracker de The Kill Reflex (1989), o John Steele en Steele´s Law (1991) son mínimas. Hombres de acción a un lado u otro de la ley pero siempre imponiendo justicia, casi siempre la suya, a un módico precio o por convicciones personales. La venganza es un plato que Williamson repite con frugalidad en muchas de sus películas. Aunque solo sea como reclamo, destacan algunas de sus producciones por el conjunto de rostros conocidos, muchos curtidos en el cinema bis y aledaños, que aparecen en pantalla. Un claro ejemplo lo tenemos en South Beach (1992) una action movie dirigida por él en cuyo reparto se dejan ver Peter Fonda, Gary Busey, Robert Foster, Stella Stevens, Henry Silva, Sam J. Jones o la ex- modelo y ex-cantante Vanity. Una buena excusa para echar un vistazo a este direct-to-video.

El último tough guy de esta cansina nomina lo encontramos en Dakota `Dak` Smith, un detective de homicidios a la caza de serial killers, polis corruptos y traficantes de droga, cuyas aventuras se han prolongado en cuatro títulos de producción propia: Night Vision (1997), Down´n Dirty (2000), The rage within (2001) y On the edge (2002). A lo largo de las mismas, y como sucedían antaño en los seriales y series de TV, los rostros conocidos abundan por doquier: Cynthia Rothrock, Robert Foster (again), Gary Busey (que tampoco se pierde una), Tony Lo Bianco, David Carradine, Andrew Divoff, Charles Napier, Bubba Smith, Richard Norton, Ron O´Neal, Bernie Casey, Ice-T e incluso el inesperado Jim Brown. Viejos aromas de cine blaxploitation que perviven en una época dominada por la televisión por cable, el DTV y el world wide web.

1 comentario:

  1. Hace años qué tengo en Vhs "The Last Fight" recuerdo qué salián los cantantes de Salsa Rubén Blades y Willie Colón y Fred Williamson como Jesse Crowder ,ademas del nefasto Don king aparecén 2 boxeadores como el puertoriqueño José Torres ex campeón del mundo de peso semipesado y el mexicano Salvador Sanchez campeón del mundo de peso pluma qué despues de la pelicula murió de un accidente de circulación y por eso le dedicarón la pelicula.

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