viernes, 23 de enero de 2009

FRED WILLIAMSON: EL MARTILLO NEGRO (II)

1.- El ascenso y caída de Tommy Gibbs


Larry Cohen escribió un argumento para un posible proyecto para Sammy Davis Jr., a petición de su manager. El guión no le gustó al cantante así que el director se lo guardó para una mejor ocasión. Después de realizar Bone, Sam Arkoff contrató a Cohen para hacer algunas películas de acción para el público de color ante la fuerte demanda que vivía el mercado en ese momento. Cohen ofreció al director de la A.I.P. el citado proyecto, que aceptó rapidamente y cuyo trato se cerró contratando a Fred Williamson para el papel protagonista.


Black Caesar / El Padrino de Harlem (1973) no era la típica blaxploitation de la época ni tampoco una copia barata del film de Coppola. Cohen actualizó el viejo clásico de Melvyn Le Roy, “Hampa Dorada” (1930), llevándolo a los barrios marginales afroamericanos pero sin ensalzar a su protagonista, un gangster negro en la línea de Bumpy Johnson o Frank Lucas, que en su ascenso al poder acaba perdiendo el imperio que ha creado. Tommy Gibbs es un afroamericano que solo quiere hacer real el sueño americano, una quimera creada por el poder blanco que lógicamente no está a su alcance. El personaje perfectamente incorporado por Williamson es descrito desde sus orígenes como limpiabotas en su infancia hasta su posterior progreso, que le lleva a controlar la mayor parte de Harlem.


El guión de Cohen no olvida los punzantes comentarios raciales: Gibbs consigue dar el salto gracias a que consigue un libro de cuentas donde aparecen especificados todos los sobornos a políticos y policías blancos de Nueva York.Y, en uno de los momentos más recordados de la película, el gangster golpea al racista policía Mckinney con la caja de limpiabotas y le obliga a cantar “Mamy” como Al Johnson, tras embadurnarle la cara con betún.


Harlem aparece mostrado en su total pobreza urbana, un barrio que se une para defenderse de los dueños de los negocios sucios y los criminales blancos que les extorsionan, pero que no duda en impartir justicia urbana con uno de los suyos si ha cruzado el límite establecido. Cohen como en otros títulos de su filmografía plantea muchas ideas que no acaba de desarrollar, alternando efectividad y tosquedad fiel a su estilo de cine-guerrilla. De la estupenda banda sonora se ocupó el inolvidable James Brown y en el reparto aparecen algunos rostros conocidos del subgénero como Gloria Hendry, D´Urville Martin, Julius Harris o Don Pedro Colley.

1 comentario:

  1. Contaba Larry Cohen qué hubo algunos espectadores negros qué querián agredirle por matar á Tommy Gibbs por matarle al final de "Black Caesar,El Padrino de Harlem" y entonces decidió hacer su secuela "Hell up in Harlem".

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